Las leyes fundamentales del Franquismo

Las leyes fundamentales del franquismo fueron una serie de leyes inconexas y diseminadas a lo largo de toda la Dictadura. La primera vio la luz en 1938, aún en plena Guerra Civil, y la última en 1967. A este conjunto de leyes se les conoce como «Leyes Fundamentales» y bajo ningún concepto, podemos confundirlas con una constitución.

Desde la primera constitución española en 1812 y en especial, desde tiempos de Isabel II, era costumbre generalizada que cualquier régimen en España, fuese del signo político que fuese, tuviese una constitución. Sin embargo, para Francisco Franco, autoproclamado Generalísimo de los ejércitos y Caudillo de España, todo eso no era más que una patraña. Así, inventó un nuevo sistema. Algunos usaron eufemismos como «constitución abierta» o «constitución fragmentada« para referirse a los actos legislativos del Dictador. Nada parecido.

Las leyes Fundamentales del Franquismo

Como decía más arriba, se tratan de siete leyes que publicó el Dictador a lo largo de su dilatado gobierno. Vamos a verlas una por una.

Fuero  del Trabajo de 1938

El Fuero del Trabajo recibe influencia de la Carta del Lavoro, aprobada por Mussolini en 1927. Articulaba las relaciones laborales y económicas. Se establecen límites para la jornada laboral o las retribuciones mínimas, pero todas estas concesiones estaban supeditadas al interés de la nación.

Se debatió mucho sobre le sistema económico, que al final decidieron que fuera el capitalista, sin los «defectos» del liberalismo. Por ejemplo, que se prohibieron los sindicatos. El único sindicato permitido fue entregado a la Falange que era además obligatorio.

Ley Constitutiva de las Cortes de 1942

Con el posible triunfo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial a la vista y la consiguiente caída de los regímenes fascistas, Franco hace un intento de aparentar legitimidad y representatividad. Para ello, crea unas Cortes con más de 500 procuradores, algunos de ellos (medio centenar) elegidos directamente por el Dictador. Estas Cortes no tenían inicativa parlamentaria, por lo que se limitaban a aprobar lo que presentaba el poder ejecutivo. Es decir, su función era aprobar lo que proponía el propio Dictador.

Fuero de los Españoles de 1945

Al igual que en el caso anterior, con esta ley se intenta aparentar democratización del régimen a los aliados, ya reunidos en Potsdam para decidir sobre le futuro de Alemania. Para ello,  El Fuero de los españoles fija los derechos y deberes de los españoles, centrándose especialmente en estos últimos:  los deberes. Se configura así un Estado autoriatario y confesional con derechos sólo disfrutables para quienes apoyaban al régimen.

Ley del Referéndum Nacional de 1945.

Se establece el uso del referéndum para asuntos importantes como medio para camuflar la inexistencia del derecho a voto en el Estado. Esta ley se enmarca también, como las anteriores, dentro de esta misma política de limpiar su imagen ante las potencias extranjeras. Fue de vital importancia su existencia para el paso a la democracia tras la muerte de Franco, pues Juan Carlos I se valió de los mecanismos que le prestaba el Franquismo para llevar a cabo la Transición Democrática.

Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 1947

Tras casi diez años de gobierno se plantean qué sucederá cuando la figura de Franco  no esté en el poder, dado que es la personalidad del Generalísimo la que impregna todo el sistema político. Para empezar, con la Ley de Sucesión aclaran algunos términos como que Franco es nombrado  Jefe de Estado vitalicio y que el estado español es un Reino, debido a su tradición histórica.

Se crea el Consejo del Reino y el Consejo de Regencia. Además reconocen el derecho de Franco  de designar a su sucesor. Lo natural hubiera sido designar a Juan de Borbón sucesor, ya que era el descendiente del anterior rey Alfonso XIII. Sin embargo, el hecho de que éste se mostrara contrario al régimen en el Manifiesto de Lausana (1945) dificultó esa posibilidad. El ministro Carrero Blanco informó a don Juan de que sería rey de España cuando don Francisco Franco lo viera conveniente. La condición era que fuese de la España del Movimiento Nacional, católica, anticomunista y antiliberal. Se decidió que la ley fuera aprobada por referendum, que con un claro pucherazo, dió la victoria al sí con un 89%.

Ley de Principios del Movimiento Nacional de 1958

La Ley de Principios del Movimiento Nacional impone los principios del Régimen, basados en familia, patria y religión. Obliga a los funcionarios públicos a jurar las leyes fundamentales y, en la práctica, no tuvo mayor relevancia. Su mayor objetivo era frenar algunas discrepancias políticas que habían surgido hacia 1957. Se aprobó sin la deliberación previa de las Cortes.

Ley Orgánica del Estado de 1967

Tras unos años sin redactar nuevas leyes, se intenta mandar un mensaje de actualización política del régimen a Europa, que empezaba a llenar nuestras playas de turistas. El objetivo de esta ley era aunar algunos aspectos de las leyes anteriores y eliminar las connotaciones totalitaristas del régimen.

Separa los cargos de Jefe de Estado y Jefe de gobierno, aunque no se hizo materialmente hasta 1973 cuando fue nombrado Carrero Blanco. Carrero Blanco fue asesinado por ETA en 1974, por lo que  Arias Navarro le sustituyó en el cargo. Quizás recuerdes a este personaje histórico porque fue el encargado de pronunciar la mítica frase:

«Españoles, Franco ha muerto».

Además, la Ley Orgánica del Estado aumentó el número de diputados en las Cortes y contempló la posibilidad de crear asociaciones políticas. Todo estos adelantos son el reflejo de la política llevada a cabo por los tecnócratas, en la tercera y última fase política del régimen franquista.

La Ley Fundamental de la Transición Política

A la muerte de Franco, y como ya hemos comentado más arriba, Juan Carlos I de Borbón fue el designado como sucesor legal de Franco. Juan Carlos I se valió de los instrumentos creados por éste para transformar el Régimen Nacional en una Democracia Parlamentaria y Monárquica.

Por ello, hay una última ley fundamental que sigue a las siete enumeradas anteriormente, pero que no fue proclamada por Franco, sino por Juan Carlos I  con ayuda de políticos de como Adolfo Suárez.

Ley para la Reforma Política de 1977

La Ley para la Reforma POlítica de 1977 fue sometida a referéndum el 15 de diciembre de 1976, aprobada con un 80% de votos a favor y con una participación del 77%.

Esta ley tenía el difícil trabjo de posibilitar el cambio en España, en condiciones de paz y con una aceptación por parte de todos los bandos. Finalmente, podemos afirmar que lo consiguió, gracias a una sociedad, la española, cansada de enfrentamientos y derramamientos de sangre entre hermanos.

Conclusión

Las leyes Fundamentales de Franco, como has leído, fueron adpatando el sistema político a los diferentes contextos internacionales que se sucedieron durante la larga dictadura.

¿Conocías estas leyes? ¿Te interesaría conocer más sobre el periodo del Frnaquismo en España? ¿Cómo crees que se llevó a cabo la etapa de la Transición? Deja tus comentarios, dudas y sugerencias para que pueda responderte.

Gracias por leerme.

2 comentarios sobre “Las leyes fundamentales del Franquismo

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